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DESPROTEGIDO

31 de mayo de 1999

Es una verdadera lástima que en esa prestigiosa revista se dé cabida a informes y comentarios
falaces e inexactos, en relación con mi vida privada, mis actividades profesionales y empresariales, tal como
sucedió en el artículo que apareció publicado en la edición #883, intitulado 'El deudor mayor'. Ese
periodismo de una sola vía, en donde no se le da oportunidad al acusado de conocer antes de la publicación
su texto, para que pueda hacer precisiones y claridades, además de ser demasiado lesivo, genera una
injusticia y una desigualdad informativa que no debería tener cabida en SEMANA. No saben ustedes, cuán
desprotegido y expuesto a la infamia se encuentra una persona privada de la libertad como estoy yo y
lo importante que sería que en el periodismo colombiano se practicara ese bello principio y fundamento de la
religión de Cristo, como lo es la caridad. Espero que usted, señor director, me permita tener con el periodista
responsable, una entrevista, para así en el legítimo derecho que me asiste, poder explicar ante la opinión
nacional mi conducta con objetividad y veracidad en el espacio y con la promoción que se le dio a la
publicación. Octavio Jaramillo Tovar Cali
N. de la R.
SEMANA intentó hablar personalmente con el doctor Jaramillo en las instalaciones del CTI en Cali el
jueves 18 de marzo. Jaramillo se negó a contestar un cuestionario entregado por la revista. Tampoco
aportó Jaramillo Tovar una autorización por escrito para que el Fiscal permitiera sus declaraciones a
SEMANA. Por eso fue imposible obtener su versión sobre el caso.

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