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Dos observaciones

Lourdes Neme<br>Bogotá
30 de octubre de 2004

Con respecto al Informe Especial de la edición de octubre 11 de SEMANA, 'Las mil y una historias', me siento muy orgullosa de mis ancestros y estoy emocionada por el reconocimiento que tan prestigiosa revista hace a la emigración árabe y sus aportes al desarrollo social y económico de Colombia.

Sin embargo quiero hacer dos observaciones:

- No todos los árabes son musulmanes, ni todos los musulmanes son árabes; así pues, donde dice: "... para mimetizarse en la sociedad costeña (...) adoptaron los ritos católicos..." da a entender que los que vinieron eran musulmanes que se convirtieron al catolicismo y esto no es así. Hasta hoy, por lo menos en Colombia, tanto católicos como musulmanes profesamos orgullosamente nuestro credo y la diferencia de religiones o doctrinas nunca ha sido un obstáculo para la integración a la sociedad, ni para la convivencia entre árabes, ni para el desarrollo de las actividades de los emigrantes.

- La referencia a los orígenes 'sirio-libaneses' también amerita una aclaración: desde la caída del Imperio Otomano hasta los primeros años de la década de los 40, Siria y Líbano estaban bajo el mandato o protectorado francés, y los pasaportes y documentos de identidad de los ciudadanos de estos países se emitían en la Alta Comisaría de la República Francesa en Siria y Líbano "Au nom de la République Francaise mandatée en Syrie et au Liban" (En nombre de la República Francesa en mandato en Siria y Líbano). Entonces la nacionalidad 'siriolibanesa' no existe... somos sirios o libaneses.

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