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El colombiano de todos los tiempos

Luz Helena Sánchez, Bogotá
11 de agosto de 2003

Para ir más allá de la realidad agobiante en la que vive Colombia SEMANA hará un viaje a las raíces y al pasado para recuperar aquellos hombres y mujeres que con su vida y sus acciones han sentado las bases del país. Estos personajes serán los protagonistas de una próxima edición especial y usted podrá votar para escoger al colombiano vivo o muerto más importante de todos los tiempos. En las próximas ediciones y en semana.com encontrará los perfiles de muchos de los candidatos.



María Cano

Líder obrera (1887-1967)



Proveniente de una familia culta de raigambre radical, logró ser una revolucionaria al enfrentar las reglas y las tradiciones de una sociedad pacata y moralista, al promover las ideas socialistas y la organización del movimiento de los trabajadores y mujeres en los años 20 en Colombia. Las primeras incursiones públicas de Cano Márquez empezaron con su vinculación al movimiento literario de principios de los años 20 en Medellín. El primero de mayo de 1925 fue proclamada como 'Flor del Trabajo', una especie de reina de los obreros, y desde ese momento y hasta 1934 sería el símbolo de la lucha obrera. Fue la primera mujer en constituir un fenómeno de masas que conmocionó a un país en medio de una cultura tradicionalmente machista.

Fue una luchadora de las libertades individuales y públicas. Se movilizaba en carro, mula, tren, navegaba por los ríos o en avión. Recorrió Boyacá, el río Magdalena, Valle, Antioquia, Cauca, Santander y la Costa Atlántica. En ocasiones fue detenida, en otras obligada a caminar bajo vigilancia policiva. A veces fue recibida con fusilería para dispersar a los manifestantes. Hostigaba a los ricos por la injusticia social, al gobierno por la represión, confrontaba y denunciaba a las compañías norteamericanas bananeras, petroleras y mineras y al gobierno nacional por no garantizar el respeto a la integridad de los trabajadores y a la soberanía nacional. Tras reducir su actividad pública, murió en 1967.



Debe ser el colombiano por su fuerza para subvertir el orden patriarcal que mandaba a las mujeres cultivarse para representar a sus varones y a sus familias en el mundo doméstico. Por su capacidad de liderazgo, por su solidaridad, por su coraje, por su ejemplo, porque abrió nuevos caminos para la vida de las mujeres y fue capaz de crear nuevas posibilidades

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