En el caso de Álvaro Araújo

En días recientes SEMANA y otros medios publicaron artículos sobre la doctora Marta Luz Hurtado, a quien el fiscal Mario Iguarán sacó de la Fiscalía supuestamente por filtrar información. Hasta hoy se ha escrito en contra y a favor de la señora, pero quizá lo más ilustrativo sería ver cómo actuó en el caso de Álvaro Araújo Castro:
El 7 de mayo de 2007, Hurtado asume la investigación del ex senador Araújo; la defensa de Araújo pide 75 pruebas y solicita acumulación con el proceso de Álvaro Araújo padre, pero la fiscal niega todo lo solicitado y en el mismo auto, sólo 14 días hábiles después de haber recibido este proceso, de 20.000 folios, decide cerrar la investigación para después acusar al ex senador Araújo por todos los delitos.
Y entonces cabe preguntarse: ¿Tuvo tiempo para conocer un proceso de 20.000 folios y leer todo en 14 días? ¿Actuó éticamente cuando negó 75 pruebas a la defensa de Araújo, y de oficio no ordenó ninguna? ¿Qué oportunidad de justicia tuvo el imputado cuando en su expediente no obra prueba documental o material alguna, y la fiscal niega el legítimo derecho a la defensa?
Esto, que es gravísimo en sí, queda confirmado el 18 de enero de 2008, cuando el Vicefiscal resuelve la apelación del abogado de Araújo, y anula lo dispuesto por la señora Hurtado por evidentes violaciones al Código de procedimiento penal y falta de garantías en cuanto al derecho a la legítima defensa.

Lourdes María Celia
Bogotá