Héroes de Pensilvania

Con algún retraso he leído su #920 de la última semana de diciembre, donde bajo el título ‘Héroes anónimos’, destacan el esfuerzo y logros de un puñado de colombianos que han dedicado desinteresadamente su vida al servicio de los demás. Dentro de este artículo me ha llamado especialmente la atención el dedicado a la familia Escobar y su gestión en Pensilvania, Caldas. Se reconcilia uno con este país, el saber que sí hay líderes, dirigentes y empresarios capaces de ponerse al frente de una administración municipal y mostrar una brillante gestión como la que se describe con referencia a Pensilvania.

Cuando uno observa el panorama actual de nuestro país no puede menos que pensar que la responsabilidad de lo que hoy sucede, le cabe en buena medida a nuestra clase política, quienes en los últimos 30-40 años en lugar de dedicarse a administrar eficientemente esta inmensa empresa que se llama Colombia, se dedicaron en su gran mayoría a satisfacer sus intereses personales, y a hacer de la política la vía más rápida del enriquecimiento ilícito, con lo que nos pusieron a ocupar uno de los primeros lugares en el ranking de la corrupción del planeta.