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La embajadora entrevistada

Pedro Oñoro (Vía e-mail)
1 de octubre de 2001

Sobre la entrevista a la embajadora de Estados Unidos en Colombia (SEMANA # 1.007) habría mucho que decir, pero me limitaré sólo a comentar los siguiente:

1. SEMANA está poniendo a la señora Patterson a hablar sobre asuntos internos de Colombia, dando por sentado que ella tiene autoridad sobre decisiones que competen al gobierno colombiano. Algunos dirán que mi comentario sería algo para tener en cuenta en condiciones normales y si el gobierno extranjero no es el de Estados Unidos. No sé si la actitud genuflexa del entrevistador sea la actitud generalizada de periodistas, redactores y editorialistas en el país, pero es preocupante que esto ocurra en SEMANA.

2. Llama la atención que “está suspendida la interdicción aérea desde el incidente en Perú, donde una falla les costó la vida a una misionera y a su hija”. La ‘interdicción’ se suspendió porque por un accidente lamentable murió una ciudadana norteamericana con su hija en Perú. Sin embargo, parece que no habrá nada que suspenda o racionalice las aspersiones aéreas, a sabiendas de la gran cantidad de daños materiales y efectos adversos que generan en forma directa a miles de personas. Sin duda se refleja un gran desprecio por los colombianos, sobre todo si son pobres y viven en zonas marginadas y ni qué decir de los recursos naturales del país, sobre todo si están lejos de Bogotá (donde la señora Patterson decide por Colombia para Estados Unidos) y más lejos de Washington donde decide Mr. Bush.

3. Busqué la palabra interdicción en el diccionario de la lengua y en una de sus acepciones dice: “Privación de derechos civiles definida por la ley; es pena accesoria que somete a tutela a quien la recibe”. Esta definición no tiene nada que ver con el sentido que parece tener en el texto del Plan Colombia. En cambio, en el diccionario Webster (Werbster’s Encyclopedic Unabridged Dictionary of the English Languaje) en una de las acepciones de interdiction, traducida al español, sería: “bombardeo continuado de posiciones enemigas, rutas, o líneas de abastecimiento y comunicación con el objetivo de demorar o desorganizar su avance”. Igual que esa, en la versión en español del Plan Colombia hay otras palabras que se tradujeron mal del inglés (o se inventaron, como si existieran en español, a falta de conocer la palabra o giro adecuado). Esta cuestión del idioma es otra evidencia que apunta a un Plan Colombia elaborado por funcionarios del gobierno de Estados Unidos.

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