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La versión opuesta

He leído y oído el alud antisamperista, me siento ilustrado en la materia y conviene conocer la versión opuesta.

Guillermo Franco Camacho
19 de junio de 2000

He leído y oído el alud antisamperista, me siento ilustrado en la materia y conviene conocer la versión opuesta. Aquí estoy y aquí me quedo ( SEMANA # 934) contribuye a dicho conocimiento y clarifica secuencias aparentes como la observada en el pedido de extraditar a los hermanos Rodríguez (imposible de atender en lo legal y constitucional) y la pérdida de la visa del presidente Samper para viajar a USA.

Creo en la veracidad o posibilidad de algunos aspectos sin necesidad del testimonio del presidente. Hubo una conspiración contra su régimen, cuyas proporciones no se han precisado a cabalidad pero lo vislumbrado asusta: el asesinato de Gómez Hurtado y los casetes antigubernamentales editados por la DEA y la Brigada 20. El gobierno de USA participó en la conspiración y, por consiguiente, ayudó a la ingobernabilidad del régimen.

Peligrosa y preocupante la pugna entre el Ejecutivo y la justicia representados por la Presidencia de la República y la Fiscalía General de la Nación que debería ser evaluada por un grupo de árbitros independientes porque se trata de una crisis institucional supremamente grave. Quien actuó casi como juez, Alfonso Valdivieso, es un enemigo político de Samper y esta experiencia me reafirma en que no debieran ser los políticos encargados de los organismos de control.

La posición de Samper tiende a ser reforzada por Alfonso López Caballero en La conspiración. López es un pensador riguroso que analiza variantes y es preciso leerlo con la máxima concentración. No hay duda que con él se pierden el encanto y la frescura de los sencillos, breves, escuetos y dogmáticos planteamientos del antisamperismo. Algo interesante en López es su análisis del elefante.

No tenía la menor idea acerca del suicidio contemplado por Samper de ser tomado prisionero en USA en la ruta hacia la Asamblea General de la ONU. El incidente era factible, a la luz de los antecedentes de la política exterior de dicho país, si la cocaína en el avión presidencial se hubiera detectado en USA y no en Colombia. Tuvo suerte el presidente.

Agrada la decisión presidencial de atacar el mecanismo de la descertificación en los foros internacionales y debilitarlo. Una idea prospectiva y de alto vuelo. Así mismo, el acento en los derechos humanos.

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