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LAS MAMAS Y EL SUICIDIO

9 de junio de 1997

En la edición #781 de la revista se dio a conocer un artículo escalofriante sobre el suicidio en jóvenes, cuyas estadísticas sorprenden por su cantidad, como el reflejo de la inconformidad de los adolescentes en su prospecto de vida. No me sorprende que no hayan publicado en el mismo ejemplar el artículo referente a las madres modelo que ejemplifican la mujer perfecta capaz de cumplir con sus labores maternales de Manera intachable y ser, a la vez, exitosas ejecutivas de prolongadas e intensas jornadas de trabajo que se aproximan a la media noche. No me asombra el suceso. Porque en los valores del mundo moderno, que pretenden demostrar que las mujeres de hoy, las supermamás, son tan capaces como el hombre en su papel de bread winners, ya no figura la irreemplazable labor de ser madre y gerente del hogar, actividad que sí requiere 24 horas diarias de atención y que ha sido acertadamente sustituida por educadas nanas que imparten a las criaturas el arte de ver telenovelas. Pero me inquieta saber que mi esposa, que intentó trabajar por algunos meses y tomó la decisión _errónea para muchos_ de dejar el trabajo para dedicarse a nuestros hijos, todo a costa de la reducción de nuestros ingresos, hoy se siente realizada con lo que hace. De lo que sí estoy totalmente seguro es que su entrega total a ellos, su permanente dedicación y tutoría, dentro de lo cual caben los verdaderos valores de la vida, todo el amor infundido en sus almas y en la mía, harán que nuestros hijos jamás piensen como suicidas y tengan una vida rodeada de afecto que asegurará nuestra vida eterna. Eso no tiene precio. Gonzalo Borrero Muñoz Bogotá

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