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T E N D E N C I A S

Libros electrónicos

Con los primeros ‘e-books’ de autores colombianos, la industria editorial intenta promover la cultura de leer en pantalla.

25 de junio de 2001

German Castro Caycedo pasará a la historia de la literatura colombiana como uno de los primeros escritores a quienes les publicaron sus libros en formato digital. Los e-book han llegado al mercado colombiano promovidos por Planeta y Microsoft, los cuales emprendieron hace poco la aventura editorial de vender libros electrónicos en español.

No son los primeros en hacerlo. Numerosas editoriales nacieron para trabajar exclusivamente en el sector de libros electrónicos y hay varias iniciativas en marcha en el mundo de habla hispana, como la de Alfaguara y el portal Inicia, que se atrevieron a dar un paso novedoso: publicar un libro en Internet antes que en papel. Se trata de la serie de novelas El Capitán Alatriste, del español Arturo Pérez Reverte, que alcanzó éxito sin par al vender 3.000 ejemplares durante los primeros tres días de publicación de la cuarta entrega titulada El oro del rey. Pérez Reverte ha sido calificado como pionero por publicar literatura en la red antes que en el papel, un acto en el que pocos le han precedido. Uno de esos pocos es el estadounidense Stephen King, quien alcanzó récord de ventas con Riding the Bullet,

de la que se

vendieron 400.000 copias en el primer día en las librerías de Internet.

¿Será posible que haya tanta gente dispuesta a leer un libro en la pantalla del computador? “Confiamos en que de aquí a 10 años el libro electrónico se sitúe entre el 10 y el 15 por ciento del total del mercado del libro”, dijo Ramón Mas, director general de Nuevos Negocios de Editorial Planeta. La compañía con sede en Madrid invirtió 3,7 millones de dólares en el proyecto, que incluye la creación de un sitio web, veintinueve.com, y la digitalización de 15.000 títulos en los próximos cinco años.

Hay varias razones que podrían empujar a los lectores tradicionales a aceptar el e-book, entre ellas la economía de espacio y la reducción del precio. Para los escritores noveles también supone una ventaja, puesto que existen ya editoriales virtuales especializadas en promover nuevos talentos, como Letralia, Librored y Editorial Virtual.

Nadie en la industria editorial espera la muerte del libro de papel y el temor a la ‘napsterización’ de los libros ha impedido que la mayoría de grandes editoriales ingrese al negocio digital. Los formatos actuales de e-book tratan de impedir la piratería, pues los libros no se pueden imprimir ni copiar mediante el portapapeles. A cambio ofrecen posibilidades impensables en el papel, como la multimedialidad y la hipertextualidad, es decir, romper el modo lineal de lectura típico del libro. Eso supondrá nuevos tipos de autores que escriban pensando en estos conceptos y permitirá ir más allá de simplemente digitalizar las obras de papel.

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