Lleras de la Fuente y Fadul y Peñalosa

La siguiente nota busca rectificar la información del señor Lleras de la Fuente sobre la empresa que tuvieron Enrique Peñalosa Camargo y Miguel Fadul y que se presentó como una de las 'lleradas' en el artículo de María Isabel Rueda en la edición de SEMANA #1.128. En el artículo se asegura que el presidente Lleras fue un ingenuo al haberles creído a Peñalosa y Fadul sobre la cancelación de su sociedad. En primer lugar para ese entonces Enrique Peñalosa no era socio de la sociedad que iniciaron. En segundo lugar, nuestro padre, Miguel Fadul, tuvo la delicadeza de conversar con anterioridad a su nombramiento sobre la empresa con el presidente Lleras, a pesar de no ser ningún delito mantenerla como parece implicarlo el señor Lleras de la Fuente, y que la existencia de la sociedad era de pleno conocimiento público. Para desgracia de su autor todavía existen testigos vivos sobre el particular. Sorprende la carencia de información respecto a las 'andadas' nocturnas que asegura tuvieron que hacer muchos para sacar los libros de contabilidad de la empresa, puesto que si algo supiera de la misma, se daría cuenta de que para llevar su contabilidad con un libro sencillo sería suficiente, y por ello sacarlo no le habría costado todo el esfuerzo que pregona. El señor Lleras a su vez parece olvidar que la Contraloría, la Procuraduría, la Superintendencia de Sociedades Anónimas, la Jefatura de Impuestos Nacionales y el Tribunal de Bogotá hicieron una investigación sobre el caso que duró cinco años en la que nuestro padre fue sobreseído (providencia dictada por el juez Segundo del Circuito Penal de Bogotá, Efraín Ortega). A pesar del efecto que este caso tuvo en el doctor Lleras y su hijo, como este último expresa en su libro, el ex presidente Lleras tenía tal confianza en sus amigos que presidió el desagravio de nuestro padre organizado en la Sociedad Económica de Amigos del País y mantuvo su amistad hasta su muerte, lo que desmiente cualquier desavenencia o percepción de engaño que su hijo parece argumentar de manera desafortunada en su libro. Miguel Fadul Ortiz Bogotá