Para Aleida

Por fin conocí al Felipe de Vladdo y me siento en la obligación moral de escribirle una carta a Aleida, para que entienda porqué dicho señor es su ex.

“Querida Aleida:

Tuviste la desventura de compartir página con el cínico de Felipe y pienso que es una absoluta desgracia. Pero como las mujeres más que amigas, nos convertimos en cómplices cuando estamos reunidas, quiero darte mi opinión sobre el absoluto ‘cafre’ con el que tuviste el infortunio de enredarte. Piensa que los hombres aunque tienen un poco más de masa cerebral que nosotras las mujeres, infortunadamente sólo usan uno de los dos hemisferios, mientras que nosotras usamos los dos, sea izquierdo o derecho, y además nos movemos en ellos muchas veces de acuerdo con nuestras tendencias políticas, por conveniencia. Indudablemente tú, querida Aleida usas más el izquierdo y pienso que tal vez sea producto de tu nombre, con el que decidió bautizarte tu padre, haciendo tal vez un homenaje a la amante del Che. He leído el reportaje a Felipe y pienso que tiene un PH que se mueve entre el ácido nítrico y el sulfúrico con absoluto cinismo, además parece que pensara más con lo ‘de abajo’ que con el cerebro, es calvo y se esconde detrás de unas estratégicas gafas que no dejan ver de sus ojos más que unos diminutos y helados círculos. Así que mi querida Aleida, piensa más bien en que ahora que comparten página en Enfoque no te robe protagonismo, porque si algo odiamos las mujeres es al prototipo de macho que nos pretende robar los logros de la liberación femenina.

Trata de opacarlo sutilmente para que no parezca que terminaste la relación por desengaño y búscate a alguien que valga la pena, porque viendo a Felipe, hasta D’Artagnan parece buen partido.