PARROQUIALISMO INSUPERABLE

Me complace salir al quite de ustedes para observarle a su corresponsal señor Wolff (SEMANA 712, sección cartas), que por la importancia de la ciudad, el Metro de Medellín llena una necesidad de toda Colombia, como la llenan también los muelles de Buenaventura y Santa Marta o la Troncal del Magdalena Medio. Fue construido con el aval financiero del Estado colombiano, que representa a todos los que nos contamos como ciudadanos de este país; estamos orgullosos de haberlo hecho y contentos de poder utilizarlo cuando tengamos oportunidad de hacerlo. Desafortunadamente esta como muchas otras obras nuestras, estuvo enmarcada por la ineficiencia y la lentitud. Sin hablar de otras características de los grandes proyectos del país, a las que no fue ajeno el Metro de Medellín, las dos mencionadas afectaron negativamente la toma de decisiones nacionales necesaria, para acometer obras equivalentes en otras ciudades que las requerían con mayor o idéntica urgencia. Es importante que los colombianos no nos asombremos tanto por haber dotado a una de nuestras ciudades con este elemental servicio, común a muchas urbes. ¿Semejante cantidad de incienso no esconderá un insuperable parroquialismo?Eduardo Serrano Sanmiguel Bogotá.