Perspectiva antimodernista

Solo tardíamente leí la entrevista que dio don Franco Volpi al señor Luis Fernando Afanador (SEMANA #1.161) sobre su publicación, la cual, en algunos de sus pasajes, no puede quedar sin refutación.

Como editor, en cuya iniciativa y en cuya editorial Karolinger, Gómez Dávila por primera vez en Europa apareció, con ediciones en Italia y Francia, e Inglaterra y traducciones al polaco, me siento en el derecho de tomar la palabra. Considero que Volpi se equivoca al creer que la recepción de Dávila en el espacio germanoparlante esté limitada a una perspectiva política o antimodernista. Basta la sola lectura del único libro sobre Gómez Dávila del joven filósofo berlinés Till

Kinzel, o bien las redacciones de Reinhart Maurer o Martin Mosebach, para constatar que los aspectos nombrados por Volpi, como trascendencia, religión, Dios y arte, son valorados. Que el ser humano sea un problema sin humana solución les está claro a todos los lectores del autor. Yo no veo indicios en la tesis de Volpi por los cuales a los lectores alemanes no les resulte evidente que esto sea uno de los fundamentos del pensamiento político de Gómez Dávila.

Por lo demás opino que los dichos de Volpi, respecto al 'ateísmo' de G. Dávila, a pesar de creer éste en Cristo, responden una coquetería, ante la cual incluso un autor de este rango a veces sucumbe. Cuando visité a Dávila hace años, él me dijo que su fe era la simple fe de un niño: confianza incondicional y una firme esperanza, en su desolación.