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PESCA EN WALL STREET

16 de agosto de 1999

Si la apreciación de Antonio Caballero (edición 896) resulta cierta y la visita de Richard Grasso,
presidente de la Bolsa de Nueva York es un respaldo para la guerrilla colombiana por su alto perfil como
futuros inversionistas de un hipotético mercado del nuevo siglo, en un perverso estilo de "nuevo milenio,
nuevos clientes", sería bueno que los interesados aceptaran antes un buen consejo: que al legitimar la
fuente de estas fortunas (o sea la práctica vampiresca del secuestro), él y sus compañeros de bolsa
alisten también unos buenos seguros antiplagio, puesto que ese negocio fabuloso que los ha colocado como
objetivo de los cazafortunas del mundo empieza a dar muestras de agotamiento en Colombia (por la recesión,
dirán algunos) y los cotos de caza de ejemplares gordos (llenos de dólares) se observan cada vez más al
norte. ¿Exageración?, no creo, ¿por qué no pensar que en unos años más el negocio se expanda y se dé la
primera pesca milagrosa en Wall Street? Juan Fernando Uribe Arcila Medellín

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