Aplaudo con entusiasmo la labor crítica y el ejemplo de objetividad que han caracterizado a SEMANA durante más de 20 años. En medio de un presente tan oscuro y de una realidad tan compleja, ha sido esta revista la que ha despertado siempre en mí un espíritu de análisis y de constante cuestionamiento, elementos necesarios para desenvolvernos en una época como la actual. En este caso mi preocupación compete al ambiente de reforma laboral que ha ido creciendo en los últimos días. En efecto, si bien es cierto que al respecto las opiniones no se han podido conciliar, me preocupa sobremanera el olvido en el que ha caído un sector tan importante como lo es el de la tercera edad (al cual, por supuesto, pertenezco). Corren ríos de tinta con respecto a las horas extras, el uno se rasga las vestiduras para defender su tesis con respecto a las vacaciones mientras que el otro lo censura con cara de acontecimiento? pero de los ancianos nada. No sé si es por mi sordera o por mi ignorancia, pero considero importante que a los ancianos se les aclare el panorama y no quedemos, como decía el poeta, "en medio de un olvido insoportable y un soporífico recuerdo".
Por los ancianos
Por: Angel Taitapuro