Que la guerra no termine

Muy buenos análisis sobre la guerra, los publicados por ustedes en SEMANA y escritos por María Isabel Rueda y Antonio Caballero.Cada uno desde un enfoque distinto, nos hacen reflexionar sobre los altos riesgos que existen en el país si se agudiza el conflicto armado.

La crítica situación actual de desempleo, recesión económica y extrema inseguridad, se aumentaría como ha ocurrido en los países que llegaron a la confrontación total. Todos los colombianos, sin excepción, seríamos los perjudicados y el país entraría en una caída en barrena con gravísimas consecuencias. Por el contrario, los principales beneficiados con la continuación de la guerra, seguirán siendo los traficantes internacionales y las empresas productoras de armamento, equipos y pertrechos bélicos. También las mafias del narcotráfico nacional e internacional ya que al no existir un acuerdo de paz, las 160.000 hectáreas de cultivos de coca y amapola que actualmente hay en Colombia, continuarían siendo protegidas y vigiladas por la guerrilla y los paramilitares. Al contrario, si se acuerda una paz definitiva, esta colaboración mutua entre narcotraficantes y grupos armados dejaría de existir y entonces se presentarían trastornos en la producción y transporte de los estupefacientes; se desabastecerían los mercados con más de seis millones de cocaino-adictos; se afectarían en varios países los ingresos de entidades y empresas que mueven los dineros del narcotráfico y se reducirían las millonarias utilidades de las compañías extranjeras que producen insumos y equipos para el procesamiento de las drogas.

En conclusión: tenemos que reconocer que hay mucha gente con grandes intereses para que la guerra en Colombia no termine.

Juan Carlos Ortiz

México D.F., México