Querido soldado

Queremos expresarle un muy sincero saludo, decirle que ustedes son los hombres más extraordinarios que hemos conocido. Cada vez que salimos por carretera nos encontramos con muchos de ustedes, lo único que podemos hacer es darles nuestra voz de aliento con un pito del carro, hacer la mayor algarabía posible, para que sepan que estamos con ustedes, que gracias a ustedes podemos estar 'más seguros'.

Soldados, un abrazo enorme. Los pensamos mucho en nuestra familia, lloramos cada vez que lloran, reímos cada vez que ríen, y nos alegraría mucho que pudiéramos acercarnos mucho más, para compartir todos en libertad y fraternidad.

Familia Muñoz Rodríguez

Bogota