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Artículo

Recio, pero no violento

Jaime Acevedo Granados<br>Tunja
2 de mayo de 2004

Con relación al artículo de Antonio Caballero, edición #1.146, en el que manifiesta que Laureano Gómez "logró lo que quería que era incendiar a Colombia: el triunfo de la barbarie", me permito recordarle lo siguiente: 1- La violencia política del siglo pasado la implantó el liberalismo en 1930 que llegó al poder siendo minoría, después de 45 años de hegemonía conservadora. 2- Para evitar que desapareciera el Partido Conservador y hubiera más muertos y víctimas directos o encubiertos por el régimen, Laureano Gómez declaró la abstención electoral y se implantó la hegemonía liberal contra la cual luchó Gaitán, enarbolando la bandera de la restauracion moral de la República. 3- En el año de 1946 subió nuevamente el Partido Conservador, diezmado y resentido por la persecución que había sufrido y se desató una segunda etapa de violencia en la que nada tuvo que ver Laureano Gómez . 4- Para contrarrestar la violencia conservadora, el liberalismo fomentó y financió la guerra de guerrillas, como consta en innumerables documentos, que de una u otra forma son el origen de las actuales Farc. 5- En el año 50 asumió la presidencia el doctor Gómez y quiso pacificar el país, lo mismo que se propuso en el año 38 el doctor Eduardo Santos, y nombró un gabinete que no representara ningún temor para el liberalismo encabezado por personalidades como Domingo Sarasty, Guillermo Amaya Ramírez, Manuel Barrera Parra, etc., pero por su estado de salud no pudo continuar en el poder. Laureano Gómez fue recio de carácter, terco e implacable contra todo lo que fuera corrupción y manzanillismo, pero nunca violento e incendiario, hasta el punto de haberse hecho acreedor al título de Fiscal de la Nación por parte de un eminente dirigente liberal, el doctor Abelardo Forero Benavides.

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