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Salvar la aviación colombiana

John E. Pearl
15 de octubre de 2001

Con respecto al artículo publicado por SEMANA en agosto 20 caben los siguientes comentarios que deberá tener en cuenta el gobierno nacional antes de aplicar la pena de muerte a la aviación colombiana.

1. Avianca no es un monopolio que pueda manejar a su antojo el mercado y las tarifas en beneficio propio; de ser así otra sería la situación financiera de la empresa. Avianca, al igual que Aces tiene competencia cada vez más importante en el mercado doméstico y especialmente en el mercado internacional donde tiene que enfrentarse a las más grandes aerolíneas del mundo tales como American Airlines, Iberia, British Airways, Lufthansa, y Air France, las que sí son monopolio en sus respectivos países y cuentan con el respaldo de sus gobiernos.

2. La tendencia de la aviación en todo el mundo indica que las aerolíneas pequeñas en la medida en que carezcan de apoyo gubernamental van desapareciendo por sí solas o son absorbidas por otras más grandes; en América Latina estamos viendo cómo aerolíneas otrora poderosas como Varig y Argentinas están en graves dificultades. Otras como Aeroperú, Air Panamá, Ecuatoriana y Viasa no fueron apoyadas por sus gobiernos y pasaron a la historia.

3. Si en Colombia se dejan extinguir nuestras dos aerolíneas por falta de visión hacia el futuro, el transporte aéreo doméstico quedaría en manos de aerolíneas cuya infraestructura, capacidad de transporte y capital son insuficientes para reemplazar el vacío que dejarían Avianca y Aces. Por otra parte el mercado internacional quedaría totalmente en manos de aerolíneas extranjeras las que no van a tener miramientos con el consumidor. A lo anterior hay que agregar la pérdida de empleos directos e indirectos que ocasionaría el cierre de Avianca y Aces. Fácilmente se pierden 100.000 empleos.

4. Para evitar un descalabro en la economía del país el gobierno tendrá que acoger favorablemente la solicitud de fusión de las dos aerolíneas, mas no deberá detenerse ahí. Para que sobrevivan no sólo es necesario que pongan su casa en orden sino que además tienen que recibir de parte del Estado un trato fiscal que les permita competir al menos en igualdad de condiciones frente a la competencia; por ejemplo, American Airlines no paga impuestos de importación por sus repuestos ya que son comprados en el país de origen mientras que Avianca y Aces, en desventaja sí tienen que pagarlos por ser importados.

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