Se lució Caballero

El señor Caballero no es precisamente el santo de mi devoción por sus comunes columnas en las que derrama su amargura, pero con la de esta semana se lució. Qué pesar que en este país siempre se quiera acabar con las cosas que funcionan sin reemplazarlas por otras que al menos presten el mismo servicio. ¿Qué tal que las cabuyas de Guayabetal las cambiaran por un sistema teleférico por ejemplo?, pero no, hay que desmontarlas. ¿Será que el señor Sabogal es dueño de uno o varios vehículos de los que prestan el servicio de transporte de pasajeros a esa veredas?