Visión cortoplacista

El balance de la gestión del presidente Pastrana le es desfavorable (SEMANA #1.055) y tal saldo no sorprende. Me referiré, sin embargo, a tres aspectos no tratados por ustedes. Primero, la culpa no es sólo del gobernante, sino compartida con quienes lo eligieron y con quienes guiaron a éstos, en especial desde los medios de comunicación.

Segundo, tengo fe de carbonero en pocas cosas y una de ellas es la frecuente irracionalidad de los colombianos al momento de adoptar decisiones políticas mediante el voto. Tal rasgo se vio en la elección de Pastrana como presidente en 1998 donde se descartó la mejor opción representada por su oponente derrotado. ¿Cómo se llegaba a la conclusión previa? El desempeño de la Alcaldía por Pastrana me llevó a pensar que su visión es cortoplacista, y más importante, su actuación como presentador de un noticiero de televisión no era la mejor garantía previsible para el ejercicio de cargos públicos de gran relieve.

Tercero y último. Creo que Pastrana no será objeto del implacable espejo retrovisor que se le aplicó a Samper. ¿Por qué? Es miembro de la coalición triunfante, vía el Partido Conservador, que llevó a Alvaro Uribe al poder. Pastrana, por cierto, no tuvo en cuenta que la efectividad del espejo se pierde a medida que pasan las horas, los días, las semanas, los meses y los años.