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Película 'Sal'. Cortesía Laboratorios Black Velvet.

CINE COLOMBIANO

'Sal': una búsqueda interminable

El director caleño William Vega estrenó esta película en la edición 58 del FICCI y el 5 de abril llegó a salas colombianas. Este largometraje le propone a sus espectadores ir más allá de una lectura básica del cine.

Laura Ospina
14 de abril de 2018

Heraldo, un hombre de aproximadamente 30 años con pinta de forajido, aparece en pantalla. Mientras recorre en moto un árido desierto se accidenta. Esto lo lleva a conocer a Salomón y Magdalena, dos ermitaños que lo adoptan, lo alimentan con nopales y curan sus heridas con sal. Durante su estadía en la mitad de la nada, Heraldo vive con ellos en un rancho hecho de latas oxidadas, entre tanto que intenta arreglar su moto para salir de ese universo fantástico y artificial, un limbo al que cayó mientras buscaba a su padre desconocido y las ideas que él representaba.

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Sal, dirigida por William Vega (La Sirga, 2012), se estrenó en la edición número 58 del Ficci y el 5 de abril llegó a salas colombianas. "Sal", del verbo salir y de la sal, el mineral cristalino y sanador que abunda en el mar, es el nombre de un largometraje que no cuenta una historia convencional. No le entrega a sus espectadores respuestas claras sobre sus personajes o su pasado, ni tampoco sobre las relaciones que entre ellos tejen. Al contrario. Es una película que ofrece el beneficio de la duda, la multiplicidad de interpretaciones, el desconcierto de lo inteligible, y el rechazo, también, por lo que a simple vista parece una historia forzada.

Es justamente por eso que la intención de esta película cobra sentido. La construcción magnífica de los encuadres, los colores de la tierra, el amarillo rojizo y desgastado de un refugio tan frágil como para caerse con los vendavales del desierto, y la dirección de arte en general abre la posibilidad de apreciar un filme que contiene una narración incómoda, quizá, por la complejidad que propone. En Sal se tocan una serie de temas que su director decidió no desarrollar por completo en esta producción: la figura de un padre del que ni se conoce el nombre ni los motivos que suscitan su búsqueda (¿es común que alguien de 30 años y que nunca conoció a su padre, decida, repentinamente, hacerlo?), las relaciones familiares, la actitud ventajosa de un cuarto personaje que está presente como un mal necesario y la lucha por la adaptación.

Película ‘Sal‘. Cortesía Laboratorios Black Velvet.

Con Sal, Vega le entrega a sus espectadores una búsqueda por la condición humana. El director caleño nutrió su visión cinematográfica con el cine de autor de exponentes como Andréi Arsénievich Tarkovski y Abbás Kiarostamí, quienes apostaron por hacer películas alegóricas sobre cuestiones filosóficas. Con Heraldo, Vega propone una postura universal de los humanos: son seres que están en constante cambio, que se cuestionan cosas, se replantean la vida y las ideas. Heraldo, viajero que se encuentra en un lugar al que no pertenece, salió en busca de un padre biológico, pero en lugar de eso, entró a la vida de otros dos personajes que parecen relegados del mundo.

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El director incluyó la cuestión cíclica proveniente del mito de Sísifo (cuyo castigo es llevar una piedra hasta casi la cima de una montaña para dejarla caer y tener que volverla a subir por toda la eternidad). Tal como Vega afirmó para la revista Rolling Stone, es un contenido que puede parecer atípico, pero que es necesario en la cinematografía nacional. El equipo de Sal, sabiendo esto, ha acertado en conversar abiertamente sobre qué querían con esta producción. A través de videos en YouTube amplían temas sobre la dirección artística, la fotografía y el proceso de creación. Así, las preguntas de la audiencia cuentan, al menos, con cierta información como punto de partida para que puedan desplegar las lecturas propias. 

La película supone una búsqueda interminable y repetitiva: resolver unas preguntas muy personales, sanar espiritualmente y a partir de ahí, cuestionar nuevamente. Pese a los debates sobre si es del gusto o no del público, el logro de esta producción y de Contravía Films está en continuar con la difusión de un cine de pensamiento, una apuesta cinematográfica, un experimento narrativo y de autor  colombiano en la cartelera comercial.

Película ‘Sal‘. Cortesía Laboratorios Black Velvet.