'The First Monday in May': ¿moda o arte?

La discusión sobre el lugar que ocupa la moda en el mundo no es nueva, ni tampoco el debate que reúne de cuando en cuando a intelectuales, artistas y fashionistas en torno a la misma pregunta: ¿puede la moda llegar a considerarse arte?

Esta cuestión, y todas sus aristas, se abordan en The First Monday in May, documental dirigido por Andrew Ross que lleva al espectador tras bambalinas y a las entrañas de uno de los eventos culturales más importantes de Nueva York, Estados Unidos y el mundo de la moda y el arte, “el superbowl de los eventos de moda”: la gala del MET, que inaugura oficialmente la exhibición de primavera del Instituto de vestuario del museo. Es una exhibición de alta moda al interior de uno de los museos enciclopédicos más importantes del mundo, capaz de reunir no sólo arte y vestuario, sino también política, cine y cultura, pesado argumento para prolongar la discusión o quizás, darle respuesta final.

El documental pasa rápidamente por el hito que marcó Savage Beauty (2011), la exhibición en honor a Alexander McQueen, en  términos de aceptación de la moda como arte, en su capacidad de conmover, provocar y tocar fibras inesperadas, para luego enfocarse en los preparativos y el montaje de China: Through the Looking Glass (2015). Con esta última exhibición, desde 8 meses antes de su apertura hasta el desarrollo de la gala, la moda se presenta como lenguaje de encuentro de dos culturas, la oriental y la occidental, pero también como un lente que permite una interpretación propia y occidental de la cosmovisión oriental.

Además de dar visibilidad a aspectos que suelen pasar inadvertidos, como las delicadas implicaciones políticas que pueden derivarse de la curaduría de piezas y de la decoración del evento, uno de los mayores aciertos del documental es confirmar a Andrew Bolton como el verdadero genio detrás de Savage Beauty y, por supuesto, China: Through the Looking Glass, por encima de cualquier ego, imagen o nombre de mayor peso editorial. Y, junto a Bolton, Rossi deja ver a una Anna Wintour más allá del estereotipo de la mujer poderosa e insufrible, de las gafas oscuras, del peinado perenne y del vaso de Starbucks; es una Wintour que entiende mejor que nadie que la moda también es drama, es teatro y que, si no se adapta a la cultura popular, se extingue. Dos talentos, dos personajes, dos talantes y dos genios a cargo de la gala y la exposición, que suman sus discursos a favor de esa moda espléndida y exquisita, vista, entendida y percibida como arte.

La gente subestima el poder de la moda bien hecha para contar historias, para dejar registro de lo que pasa en la sociedad, para capturar tensiones culturales y sociales, para tocarnos y movernos y este documental es precisamente la reivindicación de ese poder en una narrativa fluida y estéticamente fabulosa: ¿no es precisamente lo que logra también el arte?

–Y volviendo al punto de partida de este texto-, tanto moda como arte tienen fines estéticos y comunicativos, ambas emocionan, transmiten y seducen, ambas hacen parte de la cultura y son capaces de reflejarla,  cumplen con los mismos criterios y son expresiones creativas y subjetivas del ser humano… entonces, ¿quién pone el límite y la etiqueta?

En pantalla grande, desde el 27 de abril hasta el 1 de mayo, en 5 únicas funciones, en las siguientes salas de Cine Colombia: Bogotá: Andino, Avenida Chile, Unicentro, Gran Estación, Calle 100, Santa Bárbara y Centro Chía // Cali: Unicentro y Palmetto // Medellín: Santafé y Vizcaya // Bucaramanga: Cacique // Barranquilla: Buenavista // Cartagena: Bocagrande // Manizales: Fundadores // Ibagué: La Estación // Villavicencio: Viva Villavicencio.

^{*Bloguera de moda.}