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De superpoderosas a superderrotadas

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9 de noviembre de 2016

El 2016 pasó de ser el año de las “superpoderosas” al de las “superderrotadas”. Todo apuntaba a que las mujeres consolidarían posiciones de liderazgo mundial a pasos agigantados, pero en lugar de eso el panorama no puede ser más desolador luego de las elecciones en Estados Unidos. Aquellas que encabezaban los listados de ‘las más influyentes’ tuvieron estruendosos reveses. A Dilma Rousseff, la primera presidenta de Brasil, la tumbaron a mitad de año. El gran movimiento que se generó para elegir por primera vez a una secretaria general para encabezar la ONU, fracasó con la llegada del portugués António Guterres. Y por último, Hillary Clinton no consiguió convertirse en la primera presidenta de la mayor potencia planetaria. Si a eso se suma que la derrotó un personaje abiertamente machista, sexista y misógino como Donald Trump, las mujeres no pueden más que lamentarse por el año que no fue. Para rematar, a la canciller alemana Ángela Merkel, el otro rostro del poder femenino, su apoyo a los refugiados le ha pasado factura y enfrenta una situación incómoda de cara a las elecciones del próximo año. Por lo visto, el techo de cristal está blindado.