ACLAMADO GARCIA HERREROS

15 de julio de 1991

No todo fue malo la semana pasada para el padre García Herreros. En su última visita a Medellín, resolvió pasar por la catedral para rezar un rato. Al momento de entrar se estaba celebrando una misa. Poco a poco, los feligreses lo fueron reconociendo y se empezaron a escuchar unos aplausos. La gente que estaba afuera entró a la catedral, y al poco tiempo había una verdadera ovación dentro del templo para el sacerdote eudista. La misa tuvo que ser suspendida y García Herreros se vio obligado a dirigir unas palabras a los presentes desde el púlpito.