APRETANDO TUERCAS

4 de agosto de 1997

La vida de los hermanos Rodríguez Orejuela y de los miembros de su cartel ha perdido bastante comodidad desde que la Policía Nacional está al frente del pabellón de alta seguridad de la cárcel de La Picota. La semana pasada fueron trasladados tres presos que les servían en varias labores, incluida la elaboración de comunicados y la culinaria. Y el miércoles fueron desmontadas las instalaciones privadas de cocina.