Artista generoso (II)

Como las donaciones de Fernando Botero eran destinadas a museos privados el maestro tenía que pagar un impuesto de 16 por ciento más una tarifa por “material cultural importado” de 20 por ciento.

14 de febrero de 2000

Como las donaciones de Fernando Botero eran destinadas a museos privados el maestro tenía que pagar un impuesto de 16 por ciento más una tarifa por “material cultural importado” de 20 por ciento. Esto significaría que Botero habría tenido que sacar de su propio bolsillo 43,2 millones de dólares para que le recibieran el regalo. Ante este absurdo se creó una exención de los dos requisitos para que el artista pudiera empezar a traer las piezas.