Cambian las cosas

Ahora que Bill Clinton se mezcló espontáneamente con las negritudes de Cartagena vale la pena recordar una anécdota histórica sobre la visita del presidente Roosevelt a esta ciudad en 1934.

2 de octubre de 2000

Ahora que Bill Clinton se mezcló espontáneamente con las negritudes de Cartagena vale la pena recordar una anécdota histórica sobre la visita del presidente Roosevelt a esta ciudad en 1934. Como en esa época había segregación racial en Estados Unidos el embajador de ese país le pidió al gobierno que no hubiera negros en ninguno de los eventos a los que asistiría el mandatario norteamericano pues le crearía inconvenientes políticos en el sur de su país. Los organizadores accedieron a esta solicitud y tuvieron que comunicársela al jefe del Partido Liberal de Bolívar, quien era de raza negra y cuyo nombre era Francisco Vargas. Este renunció inmediatamente a su cargo.