CENA CLAVE

11 de septiembre de 1989

La semana pasada trascendió el arreglo entre los abogados del Banco de Occidente Panamá y las autoridades norteamericanas que habían acusado a esta entidad financiera de estar involucrada en el lavado de dólares procedentes del narcotráfico. Pero lo que no se dijo fue que el primer paso para este arreglo fue dado hace varias semanas en una cena en la Casa de Nariño. El presidente Virgilio Barco invitó a dicha cena al embajador de Estados Unidos, Thomas McNamara, y a algunas figuras prominentes del sector empresarial. Entre ellas se encontraba el presidente del Banco de Occidente, Francisco Castro. Como quien no quiere la cosa,los organizadores de la cena sentaron juntos a Castro y al embajador, quienes a los pocos minutos de saludarse ya se encontraban hablando del espinoso tema. Todo indica que esta primera conversacion allanó el camino para la búsqueda de la solución que al parecer se encontró la semana pasada y por medio de la cual el banco se declaró culpable de los cargos y pactó un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos.