CONFIDENCIAL HISTORICO

19 de marzo de 1990

Hace 56 años, cuando visitó a Cartagena el entonces presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt, se presentó lo que entonces se consideró un problema de protocolo: el alcalde de Cartagena de la época, Francisco Obregon Jaraba, era de raza negra. Como en 1934 el problema racial en Estados Unidos estaba lejos de resolverse, el gobierno consideró que podía resultar incomodo que el anfitrión del presidente norteamericano fuera Obregon Jaraba. Se le sugiróo entonces al gobernador de Bolivar Rogelio Tamara, que cambiara al alcalde. Tamara se indigno y dijo que primero renunciaba. Dicho y hecho: renunciaron tanto el gobernador como el alcalde, y antes de que Roosevelt llegara ya habían sido reemplazados.