DISGUSTO EN PALACIO

1 de junio de 1992

Hubo un serio disgusto la semana pasada entre el Palacio Presidencial y el periódico La Prensa. El presidente Gaviria pensaba hablar el martes por la noche por televisión y se le había enviado el discurso a varios medios de comunicación, haciendo la aclaración de que estaba "embargado". Es decir, que su contenido sólo podía ser utilizado después de la intervención del Primer Mandatario. Por la noche, Gaviria decidió aplazar un día su alocución y todo el mundo anunció que iba a respetar el "embargo", con una excepción: Juan Carlos Pastrana. Miguel Silva llamó a Luis Alberto Moreno, gerente del IFS, y a Andrés Pastrana, para que lo presionaran, pero todo fue inútil. Al día siguiente, el periódico La Prensa adelantó la información y la comentó editorialmente.