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23 de junio de 2007

El libro que acaba de publicar el periodista Gonzalo Guillén, Los confidentes de Pablo Escobar, contiene un dato escalofriante que no había sido ventilado en los procesos judiciales sobre el magnicidio de Luis Carlos Galán. Guillén cuenta que el oficial de Policía Jacobo Torregrosa, que se desempeñaba como jefe de escoltas de Galán el día del asesinato, terminó trabajando en los cuerpos de inteligencia que había conformado Escobar para protegerse. Sostiene el periodista que conoció ese dato en un informe de inteligencia, y que Torregrosa murió en 2000 en Santa Marta, en circunstancias que nunca se aclararon.