Frío intelectual

3 de julio de 1995

El miércoles de la semana pasada, el Presidente de la República invitó a un importante grupo de hombres de empresa a una reunión privada en la Casa de Nariño, con el fin de conversar sobre la situación económica del país y la marcha del proceso de paz. A la cita acudieron 30 pesos pesados del sector privado, quienes esperaban a un primer mandatario cálido, tomapelo y sin mucha profundidad. Cuál no sería su sorpresa cuando apareció un Samper que dominó todos los temas, pero con una personalidad más fría y distante que la tradicional. El Presidente no cedió un ápice en temas como la reforma tributaria, defendió con energía sus puntos de vista y no hizo relaciones públicas de ninguna clase. Las reacciones al final de la reunión demostraron que aunque Samper no logró convencer del todo a su audiencia, sí dejó en claro, según uno de los asistentes, que tiene el país en la cabeza.