EDICIÓN IMPRESA

El intermediario

12 de diciembre de 2015

El recién elegido presidente de Argentina, Mauricio Macri, estuvo secuestrado durante dos semanas en 1991. Su padre, uno de los hombres más ricos de ese país, pagó 6 millones de dólares por su rescate. Los secuestradores, altos oficiales de la Policía, fueron capturados y las autoridades recuperaron 2.400.000 dólares. Lo más curioso de esa historia es que un hombre clave en la liberación de Macri fue Hernando Pastrana, el hermano del expresidente Misael Pastrana Borrero. Él fue uno de los psiquiatras más respetados de Argentina, donde residió gran parte de su vida, y el padre del nuevo presidente era uno de sus pacientes.