HOMONIMO

6 de agosto de 1990

El presidente electo César Gaviria, por razones de seguridad pero de paso para espantar lagartos, se registró en el hotel Crillón de París, durante su reciente gira, con el nombre de Rodríguez. Mientras todo el mundo especulaba dónde estaba, algunos habían oído el run run de que podía estar en ese hotel. Llamaban por teléfono y pedían al doctor Gaviria, "de la Colombie...". Resulta que en el hotel había otro colombiano, de pasada pereirano y de apellido Gaviria. Pero era el exportador de café Gustavo Gaviria, hijo, a quien le caían las llamadas. Este se quedó alli tres días y se despidió de la comitiva presidencial diciendo que no le alcanzaba la plata para más. La suite de César Gaviria, pagada por el gobierno francés, costaba 1.400 dólares la noche. En otras palabras, 700 mil pesos colombianos.