El presidente, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, caminan para abordar el avión Air Force One que los llevó a Cleveland, Ohio.
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CONFIDENCIALES

Las nueve veces que Melania se negó a darle la mano a Donald Trump

En el último debate por la Casa Blanca, la primera dama volvió a hacerle un desplante al presidente Trump.

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23 de octubre de 2020

Melania lo volvió a hacer y en el último debate por la Presidencia de Estados Unidos, la primera dama dio de qué hablar por su postura en el escenario antes de iniciar el debate. En repetidas ocasiones la primera dama ha sido señalada de estar “sufriendo” por estar al lado de Trump e incluso muchos contrincantes del presidente han llegado a decir en redes sociales que sienten “lastima” por ella, pues en varios videos se ha visto a Melania rechazar la mano del mandatario sin importar que se encuentre en un espacio público.

Las escaleras del avión presidencial se han convertido en uno de los escenarios del desplante de Melania e incluso la ropa que usa también han aportado para que la primera dama tenga cómo evitar caminar de la mano con Trump. Un gesto que no ha sido muy bien calificado por la prensa y mucho menos en la redes sociales, pues denota un tipo de “rechazo” hacia el mandatario. El distanciamiento social es otra práctica que le ha funcionado a la mujer, pues en varios eventos públicos ella se ha ubicado suficientemente lejos de su esposo como para no tener que darle la mano por algún motivo.

Cabe señalar que en enero de 2017, cuando Donald Trump se estrenaba en la Presidencia, las revistas del entretenimiento decían que su matrimonio con Melania pasaba por un momento difícil y tenían razones para pensarlo: durante la campaña, varias mujeres lo habían denunciado por acoso y se había filtrado un video en el que él decía: “Cuando eres una estrella, te dejan hacerles cualquier cosa. Como agarrarlas por el coño...”.

El nuevo presidente, además, se había mudado casi de inmediato a la Casa Blanca, mientras que ella había preferido quedarse en su apartamento de Nueva York con su hijo Barron. Y, como si fuera poco, en la ceremonia de posesión se mostró tan incómoda que millones de usuarios viralizaron la frase #FreeMelania (Liberen a Melania) en las redes sociales.

En esa época muchos la veían como una víctima: una mujer casada con un misógino e incómoda en su papel de primera dama. La realidad, sin embargo, era muy diferente. La decisión de quedarse en Nueva York y sus desplantes en público eran parte de una estrategia muy bien pensada para presionar a Trump a firmar un nuevo acuerdo nupcial.

En vez de presentarla como una mujer sumisa y atrapada en su matrimonio, en el libro El arte de su trato: la historia no contada de Melania Trump, se le describe como una persona manipuladora, interesada y perseverante.