LECCION APRENDIDA

1 de abril de 1991

En la visita a una escuela de niños negros de Harlem que realizó el presidente César Gaviria durante su reciente viaje a Nueva York, tuvo lugar una simpática anécdota. Cuando llegó Gaviria y se paró frente a los estudiantes, la maestra le indicó a uno de los niños de la primera fila, llamado Wayne, que había llegado el momento de su intervención. Con gran solemnidad, Wayne se paró frente al primer mandatario y empezó a recitar con una elocuencia digna de Santofimio, un discurso sobre la guerra de independencia de los Estados Unidos. La maestra, desconcertada, lo interrumpió y le dijo: