Los últimos deseos

5 de febrero de 1990

Cuando la salud del ex presidente Alberto Lleras se agravó, allegados a la familia y funcionarios del gobierno le recordaron que la Caja de Previsión podía ofrecerle cualquier servicio o tratamiento y que, en calidad de ex presidente, tenía derecho automático a tales servicios. Su esposa, doña Bertha Puga, agradeció la insinuación, pero manifestó que uno de los deseos de su marido era el de que su enfermedad no le costara un sólo peso al erario público.