También fue víctima

El pastor evangélico Manuel Ibarra, que alquiló el bus en el que murieron 33 niños en Fundación, está en la cárcel acusado de homicidio y enfrenta una pena máxima de 60 años. Pocos saben que su hija estaba en el bus y su madre trató de rescatarla entre las llamas. No pudo y no solo la niña murió sino que la señora quedó con graves quemaduras. El pastor pidió permiso para ir al funeral pero no lo dejaron. Si bien ese episodio es lo más dramático que se ha visto en los últimos años, la verdad es que quienes alquilan un bus pocas veces chequean los requisitos técnicos. En todo caso, ahora que se discute un máximo de seis años para los jefes de las Farc, diez veces eso para un hombre que puede tener alguna responsabilidad, pero no la de un asesino, suena desproporcionado.