NO HAY RECOMPENSA

4 de enero de 1988

La famosa recompensa de los 500 mil dólares por la información que condujera a la captura de Jorge Luis Ochoa no se hará efectiva. Aunque el gobierno norteamericano tenía estos recursos en un fondo especial, los reglamentos del mismo prohiben el pago del dinero si la captura es accidental y si quienes la llevan a cabo son policías o autoridades competentes. El argumento es que no se puede dar una recompensa a quien cumple con su deber. Como en el caso de Ochoa se cumplen los dos requisitos, el de la captura accidental y el del arresto por autoridad competente, nadie recibirá un peso. En otras palabras el medio millón de dólares está reservado exclusivamente para informantes.