Poco diplomáticos

Al maestro Fernando Botero le acaba de pasar algo muy desagradable.

7 de octubre de 2006

Al maestro Fernando Botero le acaba de pasar algo muy desagradable. Se presentó en el consulado de París a realizar un trámite con su pasaporte y el funcionario de turno, al ver que su documento tenía rango diplomático, le comunicó que se veía en la obligación de quitárselo, argumentando que el pintor no llenaba los requisitos para tener esa condición. Botero, quien desde hace muchos años goza de ese privilegio, pues todos los jefes de Estado consideran que es el mejor embajador de Colombia en el exterior, inmediatamente se retiró del consulado. En cuanto la Cancillería se enteró del incidente, ordenó adelantar las gestiones para que la situación fuera rectificada en París, de tal suerte que el maestro pudiera continuar con su misión de buena voluntad.