Qué pena

13 de marzo de 2010

La semana pasada en el restaurante La Brasserie, de Bogotá, María Clemencia Rodríguez, la esposa de Juan Manuel Santos se encontraba almorzando con un grupo de amigas. Un empresario venezolano que estaba en la mesa de al lado se integró a la reunión cuando oyó que mencionaron el nombre de Chávez. La conversación se animó y una de las comensales le preguntó qué opinaba de la candidatura de Santos a lo que el venezolano respondió que no entendía quién podía votar por un candidato con tan poco carisma. María Clemencia le dijo: “Si quiere yo le cuento, soy la esposa”. El pobre hombre casi se desmaya y trató de desembarrarla elogiando la gestión del ex ministro.