REGALITO DE NAVIDAD

11 de febrero de 1991

Pocos días antes de la Navidad, el Presidente de la República y algunos de sus Ministros recibieron un curioso regalo. Se trataba de una sofisticada silla reclinomática con aparatos masajeadores incorporados. Quien la enviaba era una compañía taiwanesa, que aparentemente preocupada por el exceso de grasa y de trabajo de muchos de los funcionarios de este Gobierno, consideró que la silla podría servir para reducir unos kilitos, relajar al funcionario y despejarle la mente. A todos les fascinó, pero nadie sabe muy bien qué hacer con el original regalo, a tal punto que se están elevando consultas a las diferentes oficinas jurídicas para saber si califica en la franja personal o institucional.