Calvario en año nuevo

Rodrigo Jaramillo, expresidente de InterBolsa, vivió un calvario después de que la juez le revocó la medida de aseguramiento y le dio la casa por cárcel. El 30 de diciembre permaneció detenido en un calabozo de interrogatorios en el búnker de la Fiscalía, un espacio de 2 metros cuadrados, sin ventanas. Y el domingo 31 cuando pensaba llegar a su residencia en Medellín, fue trasladado a una casa fiscal de la Picota en la que le tocó celebrar el año nuevo con los primos Nule. El jueves 2 de enero, cuando por fin pudo viajar a la capital antioqueña tuvo que pasar seis horas en la cárcel de Itagüí para la respectiva reseña.