Sin Dios y sin ley

25 de febrero de 2012

El columnista Pascual Gaviria, del diario El Espectador, reveló un detalle histórico curioso relacionado con los diez años del Caguán. En una columna en que elogia las buenas intenciones del presidente Pastrana pero lo critica por su ingenuidad, cuenta una anécdota sobre la relación de este con Tirofijo. Según el analista, cuando se llegó a tener la ilusión de que era posible dar fin al conflicto interno, el expresidente le dio al comandante guerrillero un regalo como símbolo de esta esperanza: una medallita bendecida por Juan Pablo II que tenía la frase en latín “Pax aedificátur cum veritate”. La traducción al español sería “La paz se construye con la verdad”. Pero como Tirofijo ni sabía latín ni creía en Dios se la echó al bolsillo sin “siquiera mirarla”.