Poca confesión de Timochenko en la JEP

La llegada de Timochenko a la JEP fue bastante folclórica. Entró desabrochado, luciendo una camiseta con la imagen de Simón Trinidad. De buen humor empezó a contar cómo fue su infancia en La Tebaida, Quindío, en una familia liberal muy pobre. También habló de lo que significó irse al monte desde 1976 hasta 2016. Esos 40 años en la clandestinidad le impidieron conocer a sus varios nietos. Solo tuvo ese placer cuando decidió reincorporarse a la vida civil. Los magistrados esperaban una confesión de delitos, pero les tocó escuchar un memorial de agravios sobre el incumplimiento en la implementación del acuerdo de paz. Advirtió que la extradición de Santrich tendría graves implicaciones para el proceso.