EDICIÓN IMPRESA

Todo o nada

13 de junio de 2015

Ahora que Néstor Humberto Martínez pasa de ser superministro a ser superabogado, hay dos interpretaciones radicalmente opuestas sobre cuáles serían sus inhabilidades: o las tiene todas o no tiene ninguna. Al respecto, la norma dice que la prohibición para los exfuncionarios públicos de “gestionar intereses privados será indefinida en el tiempo respecto de los asuntos concretos de los cuales el servidor conoció en ejercicio de sus funciones”. Como Néstor Humberto era el jefe de todos los ministros, conoció mucha cosa. Pero si se le da esa interpretación radical a la ley, tendría que cambiar de profesión. Por lo tanto, la interpretación que probablemente se va a abrir campo es que como no firmó ningún documento durante su gestión será difícil establecer cuánto tuvo que ver en las decisiones de los ministros.