Tramitomanía

18 de febrero de 2012

Había expectativa en muchos funcionarios públicos de que la ley antitrámites incluyera la eliminación de una norma muy impopular en la burocracia: el requisito de que todos los viajes al exterior de cualquier entidad oficial tienen que ser aprobados por la Casa de Nariño. Esta norma fue establecida durante el mandato de Uribe dentro de un criterio de control de gastos. Ahora han surgido voces que creen que le quita al gobierno la flexibilidad necesaria en un mundo globalizado. Con la centralización en el Palacio presidencial, en algunas ocasiones la autorización para ir a un congreso ha llegado después de que este hubiera tenido lugar.