MacondoLab: todo es posible

Macondo, el lugar donde todo puede pasar, el microuniverso creado por Gabriel García Márquez, es uno de los mejores regalos que Colombia le dio al mundo. Macondo es realismo mágico. Macondo es un símbolo universal. Pero Macondo también es la aceleradora de negocios número 1 de nuestro país, y la 13 en América Latina, según Latam Accelerator Report.

De acuerdo con Paola Amar, CEO de Macondo Lab, el proyecto que se originó en la Universidad Simón Bolívar es un “centro de crecimiento empresarial disruptivo desde su nombre, impulsado por la creatividad y por un concepto de innovación abierta en el que no hacemos transferencia de conocimiento sino cocreación; trabajando con la gente”.

Para ello se basan en tres principios: la calidez, la rapidez y la flexibilidad. “No tenemos un portafolio de producto, nos tomamos el tiempo para hablar con las empresas y los emprendedores y adaptamos nuestros servicios a sus requerimientos”, explica. Este centro cuenta con un equipo humano integral, que diseña velozmente los prototipos necesarios, adaptándolos a lo solicitado y a los cambios del entorno desde cuatro frentes: industria 4.0, robótica, internet de las cosas e inteligencia artificial.

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Las alianzas han sido claves para el crecimiento de MacondoLab. La Alcaldía de Barranquilla, la Cámara de Comercio, la Gobernación del Atlántico, el Ministerio de las TIC y Colciencias han sido fundamentales para el desarrollo del centro a través de la ideación y operación de programas conjuntos.

De esta forma han ayudado al crecimiento de emprendimientos como Phycor, que desarrolló un sistema de limpieza de agua a partir de algas que se adaptan al ecosistema; Mary, un modelo de inteligencia artificial que por medio de conversaciones con el usuario detecta si este sufre de ansiedad o depresión. O PATRii, una plataforma desarrollada por la Clínica Oftalmológica del Caribe y la Universidad Simón Bolívar que simplifica el diagnóstico de glaucoma, una enfermedad que puede producir ceguera.

En total, MacondoLab ha acompañado 457 startups, acelerado a 59, ha trabajado en más de 129 software y prototipos y ha impactado a más de 22.000 emprendedores. Son proyectos que han generado 7 millones de dólares en ventas.

Hoy, este centro de crecimiento empresarial también se encuentra en Bogotá y sus metas son claras: “Trabajamos fuertemente para impactar a más personas y empresas. Por otra parte, la internacionalización va a ser un reto interesante”, asegura Amar. Para llevarlo a cabo, concluye, será vital aplicar lecciones como permitirse errar sin castigarse, continuar con la reinvención constante, romper esquemas y siempre recordar que, como en el Macondo de Gabo, en MacondoLab todo es posible.