Bello debe percibirse como parte de una gran ciudad, que extiende su área de influencia más allá de los límites de Rionegro, Barbosa o Amagá. | Foto: Diego Zuluaga

OPINIÓN

"Ser una plataforma territorial, ahí está la clave del desarrollo"

Ese es uno de los consejos que brinda el autor de este texto a las autoridades de Bello. Ser un espacio donde confluyan los sectores público, privado y la ciudadanía. A seguir por esa ruta.

Diego Silva Ardila*
16 de julio de 2018

En los últimos años Bello se ha convertido en uno de los epicentros de la actividad industrial, comercial y residencial de Medellín. Esta transformación enfrenta al municipio con retos que no serán escasos en los años venideros, así que deberá hacer considerables esfuerzos para estar a la altura de las grandes urbes de este siglo.

Bello debe percibirse como parte inherente de una gran ciudad, que sobrepasa a la denominación de Medellín, y que extiende su área de influencia más allá de los límites municipales de Rionegro, Barbosa o Amagá. Eso significa que cada política pública debe pensarse como parte de un ecosistema territorial amplio que requiere coordinación y coherencia.

En términos prácticos, es fundamental el trabajo conjunto con instituciones articuladoras como el Área Metropolitana del Valle de Aburra, la Cámara de Comercio, la Gobernación, la Universidad de Antioquia, la Agencia de Cooperación Internacional, entre otras. Es trascendental evitar a toda costa convertirse en una isla. La cooperación es fundamental para el desarrollo, el progreso y el bienestar.

En segundo lugar, se deben potenciar las capacidades de los habitantes y mejorar su calidad de vida. Está demostrado que las sociedades exitosas son aquellas donde gran parte de la población tiene altos niveles de formación y, especialmente, donde esta no se limita al número de años de asistencia a un aula, sino que se define como un entorno que incluye un comportamiento cívico, emprendimiento, tecnología, innovación y cultura.

La participación de las empresas nacionales e internacionales es determinante para fortalecer estas estrategias encaminadas al desarrollo del municipio. Así mismo, las organizaciones sociales, que trabajan por la igualdad de género, el medioambiente y la inclusión social, pueden aportar al mejoramiento constante de las condiciones de vida.

El reto más importante para Bello consiste en ser capaz de articular los múltiples intereses y convertirse en una plataforma territorial, donde se logre una interacción positiva y una espiral de bienestar colectivo. Un desafío complejo pero necesario para ajustarse a las nuevas condiciones globales.

*Doctor en Planeación y Política Pública Urbana de la Universidad de Illinois en Chicago